Reimaginación

“’cause life is short but sweet for certain”

Un sonido se aproxima. El siseo metálico poco a poco va ganando fuerza y en el suelo se siente el ritmo de unas percusiones que mantienen una frecuencia mecánica mientras incrementan su magnitud. Un saxofón silbato anuncia el paso inminente de una máquina majestuosa arribando a su destino. Y el inicio del viaje de una bruja en busca del conocimiento y la magia.

Algo así fue como coincidió el comienzo de mi lectura de la novela Wicked con mi siguiente estación musical en la biblioteca de César. Ya había escuchado al grupo Dave Matthews Band, muchos años atrás. No recuerdo que hubiese captado mi atención, así que decidí darle otra oportunidad; y vaya que valió la pena. Su estilo folclórico sureño es difícil de definir más allá de estos adjetivos y los instrumentos de viento y cuerdas que dan forma a su música.

De igual manera decidí leer esta reinvención del clásico “El mago de Oz”, en el que se cuenta la historia de Elphaba, conocida en aquél como “la malvada bruja del oeste”. Solo puedo decir que es una lectura fácil y agradable con cierto enfoque progresista y algo adelantada a su época. Leía esta novela en un parque cercano a mi trabajo durante la hora de la comida, a la sombra apacible de unos pirules.

Ahora no puedo escuchar a una sin pensar en la otra; y me es más difícil saber que la novela tuvo una producción teatral musical todavía más famosa y exitosa. Quizá por eso no tengo muchas ganas de verla algún día, porque deseo preservar este ensamble musical creado por mí en una coincidencia y un buen momento.

O porque, irónicamente, no me gustan los musicales.