Capital musical

“but homelessness, in Austin leaves, the same taste in my mouth”

Había dos vacantes que podía cubrir con mi perfil, una en Pittsburgh y otra en Austin. Fue una suerte que me asignaran a esta última, no solo porque estaba geográficamente más cerca de mi país, si no porque no hubiese tenido una mejor canción para conectarme con esos días.

Carolyn Wonderland dejó prueba de lo que vivió en Austin en las líneas de esta canción ¿A quien voy a engañar? Obviamente no puedo comparar mi experiencia con la de una artista consolidada, aunque algo habíamos de tener en común con esta ciudad por dos características por las que es conocida: su escena musical, particularmente en el country y el blues, y su floreciente capital corporativo en tecnologías de información.

Resultaba difícil tratar de adaptarse, eran muchas cosas nuevas en poco tiempo. Fue hasta encontrarme desempacando mi ropa en una habitación poco iluminada de un hotel, que fui consciente de donde estaba y que sucedía, mientras me comía un sándwich de una máquina expendedora para cerrar el día.

Supongo que después habría tiempo para conocer mejor la ciudad, porque alrededor de donde me hospedaba no había gran cosa, solo un par de escuelas y unidades habitacionales, espaciadas entre si por vialidades amplias y áreas verdes, ambas con poco movimiento.

Quizá estar acostumbrado a los garapiñados de México en los que había vivido siempre hacía que todo se sintiera desolado.

Había que ver como terminaba mi versión de este blues.


You may also like...

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.