El Retrato de Dorian Gray – Belleza, Virtud y Castigo

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“Virtud es toda renuncia a cualquier rebelión natural. Rebelión natural es aquello que nos gusta llamar Pecado”

Leer El Retrato de Dorian Gray me dejó con varios sentimientos encontrados pero que al final derivaron en una sensación de satisfacción. Durante la historia, el lector podría incluso a veces llegar a sentirse incómodo por la mención de ciertas verdades que vivimos a diario y que no nos gusta aceptar. En el fondo de esos sentimientos podría encontrarse la sensación de justificación hacia la sociedad respecto a su forma de apreciar la belleza, aunque quizás nunca logremos entenderla.

La primer contrariedad con la que se encuentra el lector es la prevaleciente, y a veces necia comparación entre la belleza y otras virtudes. Siendo el punto de vista de esa historia uno mas realista y despojado de idealismos, donde la belleza como don y talento es incomparable con otras virtudes.
La propuesta franca y abierta de la historia es que cualquier ser humano es susceptible de desear la belleza por encima de cualquier virtud, no solo en lo propio, sino en lo ajeno, prefiriendo a veces rodearse de seres bellos que de seres dotados con alguna otra virtud. De modo que la exaltación de la belleza como medio infalible para lograr cualquier cosa es uno de los argumentos principales de la historia y el primero que invita al debate y a la reflexión. Así es como Lord Henry empieza a envolver a Dorian Gray, y al lector mismo, en argumentos casi convincentes para demostrar este punto.
Si bien, la inteligencia de Lord Henry podría quedar en duda dependiendo de la perspectiva de donde se analice al personaje, quien se presenta mas bien como una persona impulsiva, resulta incuestionable su habilidad de manipulación. Es imposible para cualquiera que se cruce con Lord Henry no terminar asintiendo inconscientemente a alguno de sus argumentos, por mas cínico y desagradable que pueda resultar. Por esta razón, a pesar de la sensación ácida producida por los encuentros con Lord Henry, Dorian Gray entabla una profunda amistad con este personaje, misma que perdurará con el paso de los años y demostrará ser decisiva en el curso de los acontecimientos.
Sin embargo, Lord Henry no es el único manipulador de la historia, ya que el mismo Dorian Gray posee su propio encanto, mismo que le dará también cierto efecto manipulador sobre las personas que le rodean.
Entre estas personas se encuentra Basil Hallward, artista y pintor con fama de excéntrico, quien encuentra en Dorian Gray su fuente máxima de inspiración, atribuyéndole a el su mas grande obra, la cual sera para Basil causa de alegrías y desencantos, al grado de terminar en una obsesión desenfrenada.
Sin embargo, de entre todas las víctimas del encanto de Dorian, la mas afectada será sin duda el mismo, ya que su obsesión alimentada por un egocentrismo exacerbado le llevará a tomar decisiones que posteriormente lamentará.
Al final, la lección moral que nos deja la historia es que la belleza y la juventud como las conocemos son siempre efímeras sin importar lo que hagamos; y sin embargo, siempre formarán parte de los ideales del ser humano, incluso a veces por encima del buen juicio, la inteligencia o la nobleza.
Así que, como diría Lord Henry: Si eres joven, vívelo, si eres bello disfrútalo, que al final son los demás los responsables de que la llama de tu belleza y tu encanto se mantenga encendida, y cada quien es responsable del efecto de la influencia que otros puedan ejercer sobre uno.

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1 Response

  1. Efrenk says:

    Chale amigo, sí que te malviajas… No podré dormir en varias noches.

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