Un baile sin salón

“Pa-pa ru-pa-pa eu eo”

Algo tenía que sacarme, aunque fuera por un momento, del modo sobreviviente en el que me encontraba.

Uno de esos días Efrén me convenció de ir a un concierto de Café Tacuba a San Luis Potosí. Definitivamente son de esas cosas que hay que vivir al menos una vez, así que accedí. Después de todo este grupo era de las pocas cosas que teníamos en común.

Aquel viaje fue toda una aventura. No soy una persona de multitudes, pero estar en un lugar con tanta gente y compartir las mismas emociones te pemite experimentarlas en una magnitud distinta. Uno de mis momentos favoritos fue cuando Meme comenzó a entonar el inicio de esta canción, al tiempo que la multitud coreaba la respuesta. Ciertamente es una canción muy simpática, y sentir la energía que se transmite desde quienes la materializan en forma de ondas y vibraciones musicales, además de lo que puede significar la letra, me hace recordar este momento de forma entrañable.

De cuando se regalan canciones y lo que ocurre después con ellas se podrá debatir con amplitud en otra ocasión. Por ahora he decidido a nadie regalarla, por lo que hasta hoy solo guardo en ella este recuerdo que compartí con mi buen amigo.

Ya veremos si entre toda esta gente nos iremos a encontrar.


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