Caso omiso

“Crazy days, help me through the hopeless haze”

Por alguna razón siempre ha habido personas a mi alrededor que me animan desde las gradas y me desean lo mejor. Lo malo es que a veces esos buenos deseos no son necesariamente buenas ideas.

_470 era hija de una conocida de la familia a quien debo reconocer que siempre hemos tenido un gran aprecio, pero lo de _470 era otra cosa. La mejor forma que encuentro de describirla es tóxica. No se si era una persona tóxica o sólo una buena persona con una tóxica actitud. Tampoco se si su mamá pensó que yo podía neutralizar todo eso de alguna forma o si sólo fueron buenos deseos para algo que no sabemos como va a terminar.

La respuesta es mal, empezando porque cualquier cosa por el estilo recomendada por las mamás termina en el bote de la basura.

Mal porque, hay personas que primero tienen que detener el proceso autodestructivo en el que se encuentran para poder siquiera estar cerca de la gente sin hacerle daño.

Mal porque nada bueno puede dar quien sólo piensa en sí misma, rechazando todo aquello que le rodea.

Y aún así lo intenté. Lo que sea que haya sido. Empezando por las veces que salimos, sin muchas ganas, pasando por aquella noche de su presentación con una banda local en un bar, con mi buen amigo Efrén acompañándome en el peor servicio que un bar de música en vivo pueda dar.

Y terminando por sacudirse la situación como cuando te quitas de encima algo que se te ha pegado a la ropa. Desde luego que eso pegado, era yo.

Un día me pidió prestada una memoria y se la di con esta canción, pensando si las personas pueden cambiar de parecer sólo porque alguien se los diga.

Y si ese cambio es genuino.

Y si todo este asunto valía la pena.


You may also like...

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.