Deseos abandonados
“Summer has come and passed, the innocent can never last”
Días de incertidumbre llegaron con el verano siguiente. La sensación de fracaso y decepción se manifestaba como un vacío apenas doloroso pero imposible de ignorar. La situación actual de todo lo que me había pasado hasta entonces aparecía más clara después de la turbulencia.
Un día platicábamos del regreso del grupo Green Day a la escena musical y escuchamos algunas de sus nuevas canciones. Comenté que desde mi perspectiva parecían más serios y maduros, algo que inevitablemente nos pasa con el tiempo. Pensé en los casos en los que esto causa que tal vez se pierda parte de tu esencia en el proceso, justo como me sentía entonces.
Recuerdo este momento como de las primeras veces que me sentí rebasado por las circunstancias. El entusiasmo con el que había comenzado este camino se convertía en desilusión; el deseo de lograr algo se transforma en el deseo de que lo que esté pasando termine pronto.
El golpe de realidad desvaneció mis aspiraciones. Cualquier objetivo a largo plazo daba lugar a otros más cercanos, como acabar el semestre y quizás la escuela. Cesaba una tormenta dentro de otra, con la esperanza de que esta termine también.
Y poder mirar hacia adelante con lo poco o mucho que nos quede, como el mes de septiembre de esta canción.