El Viejo y El Coronel
“Se necesita tener esa paciencia de büey que tu tienes para esperar una carta durante quince años…”
-Es idiota no abrigar esperanzas- pensó…
-Piensas demasiado, viejo- dijo en voz alta
Viejos, obstinados, orgullosos, pacientes, entrañables.. y con la esperanza mas viva que nunca, tanto, que quizá ellos morirían primero.
Tal vez demasiado viejos para aprender, tanto, que quizá sus historias solo sirvan para que otros las lean… y aprendan.
Tal vez demasiado obstinados para darse por vencidos..
Tal vez demasiado orgullosos, tanto, que jamás dirán que perdieron, solo que una vida no les fue suficiente.
Tal vez demasiado pacientes para marcharse..
Tal vez demasiado entrañables, tanto, que otros querrán acompañarlos a pesar de todo.
Tal vez, en algún lugar del tiempo, el Coronel debió haber invitado un café a Santiago antes de hacerse a la mar. Probablemente uno hubiera disuadido al otro de embarcarse, o el otro hubiera convencido al primero de acompañarlo..
Y entonces, cuando tal vez haya sido demasiado, solo quedará una cosa… esperar.