Preguntas sin respuesta

“Voy tratando de cambiar…”

Mi último episodio de secundaria fue tan extraño y complejo que se tiene que contar en dos partes.

Segunda parte.

Después de haber escuchado aquellas palabras pertubadoras me quedé inquieto. ¿Qué significaba esa última pista del disco? ¿Cuál era la intención del grupo?

Vinieron a mi mente otros recuerdos de canciones misteriosas. Un disco que había sido agradable no podía terminar así. Así, como mi época de secundaria.

Hablé por el transmisor de radio para preguntar por el grupo. Me dijeron que ya no tardaban en regresar. No les comenté más, sólo les dije que les esperaba. Lo que no mencioné es que necesitaba compañía.

Mientras regresaban decidí poner otro disco para tranquilizarme. Encontré una compilación de éxitos de Aleks Syntek. Nada siniestro podía esconderse en su música pop.

Comencé a escuchar las canciones mientras mi cuerpo se descongelaba poco a poco de la impresión. Escuchaba los latidos de mi corazón regresar a su ritmo normal. Aquel asalto a los sentidos me hizo pensar en el momento de vida en que me encontraba.

Todo era desconocido, incluso en ese preciso momento, en medio de la nada, de paseo con un montón de gente desconocida, maltrecho por una lesión producto de un descuido, con planes truncados que nunca habrían de realizarse. En eso se resumía mi vida. Descubrí entonces que difícilmente las cosas llegan a salir como se quiere.

Me sentí triste por lo que acababa de pasar y por lo que ya no pasaría.

Por fin volvió el grupo y pronto nos dispusimos a regresar a la ciudad. A nadie pareció molestarle la música que había puesto, así que continuamos escuchando el disco de Aleks Syntek en el camino.

Ésta es la última canción que recuerdo del viaje. El mensaje implícito de que las cosas tienen que ser diferentes a partir de ahora comenzó a infiltrarse en mi mente mientras el resto del mundo se desvanecía en los sonidos nocturnos de una carretera solitaria.