Supernova

“Dame lo que quieras darme, quítame lo que tú quieras”

Y llegaron las vacaciones.

Ciertamente no pintaba como el verano más despreocupado, pero cuando se es joven siempre hay tiempo para cambiar de perspectiva, o poner buena cara.

La escuela tenía programas de verano para cursar materias, ya sea por adelantado, o como en mi caso, por reposición, así que era una buena oportunidad para reponerse del tropiezo de matemáticas.

El día de las inscripciones quedamos de vernos en la escuela. Me preguntaba por qué no simplemente disfrutabas tus vacaciones, aprovechando tu impecable historial académico. Aunque algo de compañía me vendría bien.

Llegué en el horario que me tocaba, para el que tristemente ya se habían agotado las materias que yo podía tomar, por lo que solo me quedó acudir a nuestro encuentro.

Y ahí estabas, en una jardinera de la plaza de ciencias básicas con una playera verde limón imposible de ignorar a la distancia. Creo que hoy te veías diferente por varias razones, principalmente porque nuestro plano de la amistad ya se había intersectado con otro, uno que al parecer tanto tú como yo queríamos descubrir.

Todo parecía tan radiante, que hasta la esencia de tu perfume parecía presentar notas frescas y juveniles; puedo probarlo. Nos saludamos como siempre y comenzamos a platicar. Después de comentarte que no había alcanzado lugar en algún curso, me dijiste que habías decidido no adelantar materias. Eso significaba que no nos veríamos en el verano. ¿o si?

Me comentaste que había un curso de natación por las mañanas. Sonaba demasiado bueno para ser cierto. Pero así era, sobretodo porque alcanzamos lugares.

Caminamos a la salida y permanecimos ahí por un rato. Comencé a dudar si todo lo que hasta la última vez que nos vimos había pasado en realidad. Debíamos despedirnos.

En un momento de lo más luminoso, nos fundimos en un abrazo y en un beso.

Nos miramos y sonreímos.

Una cálida lluvia veraniega comenzó a caer sobre nosotros.

“Nos vemos el lunes”.

Regresé a casa en mi bicicleta sin la más mínima preocupación, empapado y feliz.

El universo por fin se había manifestado.


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