Alcanzar y acompañar
“It just take some time, little girl, you’re in the middle of the ride, everything will be just fine”
De forma inevitable llega el momento en la vida en que comienzas a ver a tu mamá y a tu papá como lo que son: seres humanos.
No es que sea bueno o malo, sería simplificarlo. Es tener la oportunidad de verles como personas, entenderles, y en el proceso, crecer también.
Por aquellos días mi mamá tuvo una serie de inconvenientes que la comenzaron a preocupar. No sé si fue mi forma ya un poco más madura de ver las cosas o la falta de razones para mantener la fachada de que todo está bien para que tu hija y tu hijo no se angustien. No se requería más.
Preocupaciones y diferencias en el trabajo comenzaron a afectar la salud de mi mamá, causándole algunos malestares en su estado físico y emocional. Una amiga suya decía que inconscientemente su cuerpo se manifestaba para no ir al trabajo. O algo parecido.
El caso es que un día en que acompañaba a mi mamá a consulta, me comentó que se sentía abrumada, rebasada, y que no comprendía cómo enfrentar la situación.
Escuchar eso de alguien a quien has visto siempre hacia arriba cambia tu perspectiva por completo. Entender que no tienen todas las respuestas y que también necesitan ayuda te hace apreciarles de una forma nueva.
Desde luego que no significa que tú si tengas las respuestas, y yo menos en ese momento. No siempre se trata de eso. A veces sólo hace falta acompañar. Y recordar que todo estará bien.
No lo supe con claridad entonces. Acompañado como siempre de mi caja musical, lo mejor que se me ocurrió fue compartirle esta canción.
Quizás pudo haber salido otra canción del modo aleatorio, una mejor. Quizás no lo recuerde como yo, que como personas vemos las cosas de distinta forma, porque al final eso somos.
De lo que sí estoy seguro es de que hubo verdades en el episodio, como permitirme entender y conocerla, ahora que retomábamos algo del tiempo perdido.
Y que, eventualmente, todo estaría bien.