En busca de respuestas

“I sense a soul in search of answers”

Existen momentos de incertidumbre en los que hay calma pero no porque las cosas estén necesariamente bien. Es la duda de no saber si es mejor no moverse o cambiar de lugar ante un peligro inminente.

Cursaba el último semestre de la universidad prácticamente en piloto automático. En el trabajo me había familiarizado ya con mis labores, por lo que todo parecía estar en equilibrio. Tanta calma parecía extraña, y en mi mente comenzaban a aparecerse preguntas nebulosas.

¿Qué haría al terminar el semestre? ¿Y al terminar la escuela? ¿De qué era capaz en realidad? ¿Para qué servía todo el esfuerzo realizado hasta ahora? Sin una guía evidente, un punto de referencia o incluso un alma humana siquiera capaz de hacerme hablar de estas cosas, parecía que solo me estaba dejando llevar.

Mientras esto pasaba, me encontré con un pendiente de hacía algunos años: un juego llamado Diablo. La primera vez que lo jugué decidí no continuarlo por considerarlo difícil y algo oscuro en su trama. El juego seguía siendo el mismo, pero yo era otra persona ahora. Difícil y oscuro parecían adjetivos más familiares.

En la historia, un pequeño y tranquilo pueblo ha sido perturbado por hechos atroces: en la iglesia se ha abierto un pozo del que ha salido un demonio y ha comenzado a asesinar a sus habitantes. Tu deber es averiguar qué clase de entidad ha sido capaz de cometer actos tan violentos y poner fin a la maldad desatada.

La atmósfera creada por todos los elementos del juego, especialmente la música, me absorbió por completo, como si lo que pasaba por mi mente se extendiera hacia otra parte, hacia un pueblo ficticio en medio de la nada.

En el pueblo hay una anciana que te cuenta cosas y te orienta de alguna forma en tu misión.

– “Percibo un alma en busca de respuestas” -dice cuando te acercas a platicar con ella. Y te advierte de que la situación va a ponerse todavía peor: La llegada de un ser violento y maligno será capaz de perturbar las cosas más allá de este pueblo.

Quizás este ser maligno era más real de lo que pensaba.


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