Unos amigos y una banda

“What’s in your head?”

En la vida, es importante ir haciendo las cosas que están en tu lista tan pronto se te presente la oportunidad, incluso las más alocadas, porque hay algunas que no se presentan dos veces.

No se si esta idea estaba en la lista de Gera, pero en la mía seguro que no, aunque tampoco lo estuvo tener una moto y cuando menos lo pensé ya estaba rodando. Comenzó en aquellas tardes de Guitar Hero, con lo divertido y vaciado que es jugar a que tocas tus canciones favoritas con tus amigos.

-Tampoco es que sea tan difícil -dijo mi amigo Gera una tarde, refiriéndose a tocar música con instrumentos reales.

Hay que señalar que Gera es de esas personas que todo se les hace fácil, así que no lo tomé en serio, empezando porque en mi vida había tocado una guitarra, a diferencia de él, que de menos se echaba sin problemas las de las serenatas y que claramente son muy parecidas a las del Guitar Hero. El caso es que trató de convencerme de que efectivamente no sería tan difícil si le dedicábamos tiempo y practicábamos. Tiempo era algo que nos sobraba entonces, así que realmente no teníamos nada más que perder.

Gera, fiel a su estilo, insistió en que no me preocupara tanto por el aprendizaje, todo lo veríamos con práctica y sobre la marcha, junto con los instrumentos y demás; al cabo que todo era bien fácil.

Y ahora que lo veo, quizá si lo fue. Un día estábamos buscando qué pudiésemos encontrar en las casas de empeño, otro viendo en tiendas de instrumentos y así hasta que comenzamos a juntarnos cada viernes después del trabajo. Para entonces Gera ya había pensado que la primera canción que tocaríamos bien sería “Zombie” de The Cranberries, porque obvio, estaba bien fácil.

Hasta ese momento habíamos estado ensayando lo que sería la guitarra y el bajo, pero evidentemente faltaba algo, porque ni teníamos batería ni éramos los White Stripes. Esto habría de cambiar pronto, no se si por suerte o porque así es Gera o por ambas. Un día en el trabajo, observó que había una guitarra en el carro de una compañera, lo que llevó a platicarle de nuestros ensayos y a invitarla a practicar con nosotros. Para mi sorpresa, accedió.

Supongo que si huiera estado en mis manos esto no hubiera pasado, pero pues es Gera. Poco después me enteré que Dalia tocaba música norteña y canciones de iglesia, que claramente también se parecían a lo que queríamos tocar.

Por supuesto que lo de menos fue conseguir la batería un viernes después, así que en poco tiempo tuvimos todo lo necesario, sólo faltaba acomodarlo. Sin pensarlo mucho, Gera decidió que él tocaría la batería, Dalia la guitarra y yo el bajo, con lo que oficialmente quedó definida nuestra primera alineación.

Hago un espacio en estas memorias musicales a mi amigo Gera y a esta canción, que marcaron el inicio de una aventura divertida y un logro que definitivamente pude conseguir, aunque no hubiese estado en mi lista. Poder tocar la música que te gusta con tus amigos y pasarla bien no es algo que cualquiera pueda presumir, ni algo que puedas hacer por siempre.

Unos amigos y una banda. Por esos días sonaba bien.

æCon el tiempo descubrí que esta canción es habitual para bandas que van empezando. No es tan compleja, tiene fuerza y a todo el mundo le gusta. Después de todo el amigo no andaba tan perdido.


You may also like...

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.