Ratos de banqueta
“Y ahora estás aquí, queriendo ser feliz…”
Después de terminar los trabajos y tareas que hacíamos en casa de Daniel, salíamos un rato afuera de su casa, como adolescentes cualquiera. Escuché a Shakira por primera vez en uno de esos ratos mientras disfrutaba el momento de relajación que te da terminar tus deberes y tener tiempo de sobra, aunque sea para hacer nada. Había chavos y chavas en la calle jugando a esto y aquello en sus dinámicas juveniles. Para mí era suficiente sentarme en la banqueta y disfrutar de lo que quedaba del tiempo hasta que tuviera que ir a mi casa. Me llegó mucho esta canción por su ligero tinte reflexivo, que se ajusta perfectamente a lo que está pasando por la mente de un adolescente que está tratando de entender cómo funcionan las cosas.
Y tiempo hubo como para pasarlo tranquilo en aquella banqueta y más, como por ejemplo, para ir a casa de Maritza, que siempre me mandaba decir que a ver cuándo la iba a visitar. Lo que ella no sabía es que la simple idea de pararme frente a alguien a quien le gustaba era muy difícil de manejar. ¿Y si ella también me gustaba? Nunca lo sabremos.
Gracias por estar por aquí de nuevo, extrañaba los relatos desenfadados pero llenos de sentido, de esos que justo, justo llegan a la mente cuando puedes tomarte el tiempo de sentarte en la banqueta tal vez como decía John Lennon a “mirar las ruedas girar”, ojalá lo hiciéramos más seguido…